Wednesday, August 13, 2008

Mellon Collie & the Infinite Sadness


Soy una persona de piel y pocos siquiera lo sospechan...


Quizás con eso se pueda explicar, al menos en parte, lo que me está sucediendo en las últimas semanas. Más allá del cúmulo de malas noticias que han llegado -dicen que llegan todas juntas-, hace casi un mes que ando extraño, más apático que de costumbre, un estado que Nissa describe como mi periodo y que, según ella, me viene por estaciones con excepción del otoño. El hecho es que sin importar si ando huraño, triste o exaltado, durante estos "periodos" es cuando más necesito del contacto humano. Como diría Burro (de Shrek) 'necesito que me apapachen' y con extrema urgencia.


Si bien existen personas como Nissa que se dan cuenta e incluso tienen el tiempo de filosofar al respecto, la mayor parte de mi ambiente parece optar por evitarme. Se imaginan quizás que cualquier movimiento de su parte sea respondido con una tarazcón, cuando en realidad no muerdo (fuerte). Bueno, volviendo a la seriedad del post, pocos son los capaces de proyectarse más allá de las malas caras y pensar que quizás un gesto, un abrazo, una caricia son algo que necesito en exceso mientras dura esta sensación. Después de todo, mi rostro más que nunca es capaz de reflejar la soledad a la que me niego a acostumbrarme.


Por ahora debo enfrentarme a la realidad de mi hermetismo y de vivir en un mundo en que no importa más que lo superficial. Ojalá existieran más personas sensibles, pero por el momento habrá que conformarse con lo que hay.