Monday, March 19, 2007

Paren con la hipocresía, pos, monos!!

De pronto me golpeó la realidad... sin darme cuenta mi mundo se ha rodeado de hipócritas. Quiero ser claro, no me refiero a mentirosos sino a algo peor. O sea, mentir es no decir la verdad y eso es sólo una de las características de la hipocresía, de fingir respecto de lo que se es. Y la verdad es que a sólo dias de darme cuenta qué tan complicada es la situación, ya estoy harto de ella.
Por un lado tengo a un grupo de escandalosos babuinos que pretende tener una fuerte cohesión entre sí, cuando en realidad hace años que la perdieron. Además -como si soportarlos no fuese suficiente-, cada día intentan que me una a su charada en lugar de hacer lo que me parece correcto, que es ser honesto con mis sentimientos y simplemente sentarme fuera de su jaula a ver como se arrojan entre ellos su propio excremento.
Dentro del mismo círculo, tengo que aguantar la patética parafernalia del "mono mayor" por mantener su autopercepción de "macho alfa", que incluye parecer responsable pero no saber siquiera donde dejar sus calzoncillos sucios; el odio por el mundo de la mona gritona, que en verdad no es más que odio por su propia miserable existencia; y por último a su orgullo, el mono chico, que posee todos los defectos de sus progenitores. ¿Cualidades? Son monos, son divertidos...
No puedo olvidarla a ella, que después de años piensa que no puedo leerla como si fuera un libro para niños. Bueno, es que en realidad es una niña, una púber emocional que se tortura con los actos ajenos para ocultar el desorden que tiene en su vida. Vive de decir 'nunca más' mientras se arroja una y otra vez a los mismos problemas, como si no le bastase con su "complejo de Electra".
Y hablando de púberes emocionales, cómo olvidar a la que dice obedecer las órdenes del "todopoderoso". O sea, para de ser paradigma del cristiano hipócrita, ése que es como el ortofuchi toda la semana pero se da con una piedra en el pecho el domingo. Y lo peor es ser lo suficientemente inmadura para desconocer situaciones que todos saben que ocurren.
La verdad es que esto me molesta demasiado (y eso que estos son sólo ejemplos). Por más que he intentado alejarme de personas así -como el archiconocido Mr. Ppl-, de algún modo terminó involucrándome con algunos de ellos, como si fuesen una carga necesaria en mi rutina. Pero cualquier cosa en exceso es mala, así que voy a ver a cuál de estos engendros del mal le doy una lección de consecuencia.

Friday, March 16, 2007

¿Héroe o antihéroe?

Tal y como mencioné en el post previo, me estoy dando el tiempo para pensar en algunas cosas que pasan en mi vida. Así que ahora voy a tirar unas líneas sobre algo que parecerá muy ñoño para la mayoría, pero tiene para mí un significado especial y creo que también para algunas de las personas que han sido tocadas por el aspecto que resulta equivalente en el mundo "real". No sé exactamente porqué lo expresaré por esta vía -quizás por el reciente estreno de la serie "Heroes" de la NBC-, pero creo que al final es la más fácil de comprender.

¿Quién no quiso ser héroe cuando chico? Por lo menos yo sí, y no me refiero a ser bombero o uno de los 5 pacos honestos del país, sino a uno de esos de la DC (no esa DC... la editorial, wn!!) y especialmente de la Marvel. Mientras se sumaban los años y los problemas, también lo hacían los anhelos de parecerme a alguno de esos hombres que habitan las páginas de los comics. Pero ya no miraba a esos todopoderosos hombres de acero, ellos fueron brusca y merecidamente remplazados por los atormentados, los perseguidos, los que ven su misión tambaleando en el límite entre la justicia y la venganza, los que se equivocan, los que lloran... los que finalmente son como yo.


Así es como este seudónimo, este alter ego vio la luz, un hombre que se deja controlar por sus sentimientos y su instinto, que no tiene miedo de mostrar sus emociones, temores, esperanzas y deseos más oscuros, un ser capaz de expresar la complejidad de su mundo con la simpleza de la palabra. en los cuentos puedo ver destrozada la maldad encarnada bajo la violencia de mis manos, desatar la muerte sobre aquellos que han herido a quienes me rodean, disfrutar el camino del beso en su paso desde la inocencia a la concupiscencia o simplemente sentir sin la sensura de mis pares.

Pero siguiendo ese camino llegamos a los cuestionamientos, a buscar el heroísmo donde parece haberse esfumado. Me doy cuenta que no soy el héroe, sino el antihéroe. Un hombre que busca el camino a la justicia a partir de su sufrimiento y del de los inocentes, pero que no llegará a ella más que por el dolor y la muerte de los que pervierten al mundo. Y Connor Owen Riley no es más que la reacción obvia a un mundo viciado en el que los malos parecen ganar siempre, no tienen problemas de vivir con sus culpas y disfrutan ante las lágrimas y la sangre. Soy ese antihéroe que goza ante la destrucción de quienes trajeron la destrucción al mundo, un verdugo que hace justicia a través de sus palabras creando un mundo donde la maldad es más fuerte, pero también lo es su castigo.

Pero vuelvo ahora a la vida real, a preguntarme si además de poder crear estos mundos paralelos tengo yo algún poder. Para bien y para mal me doy cuenta que sí. Creo que mi poder es el de absorver el dolor de los demás, empatizar con el sufrimiento y poder ayudar a quienes me rodean. Claro que aún no sé como manejarlo sin que ese dolor quede dentro de mi alma, torturándome por no haber podido evitarlo y no ser capaz de hacer más que dar una palabra de apoyo o un simple consejo, cosas que en ocasiones no parecen más que frases clichés.


"A luchar por la justicia" entonces...

-------------------------

PS: imágenes sacadas de Marvel.com _En orden, Franklin Richards (4 y medio), Omega Red (desde la URSS), los chicos de Generation X, Blade y, por supuesto, Wolverine.

Hunter & Huntress (practicing my english)

I've asked myself this since the first time I saw you as a woman, but the truth is that I've never had time to seriously think -if that's possible- about the thing you have that's capable of captivate my attention so fiercely. Now I'm giving myself the time, not only in this but also in what's happening around me.

I'll start saying that those who really know me are aware that there's a kind of women I'm attracted to. There's no need to be Sherlock Holmes to find out that you perfectly fit on that stereotype, so you already have my eyes set on you. Though I have to be honest and admit that this is just a superficial layer of the matter, necessary to overtake my attention but just a first step on the road.

Going ahead with my analysis, it's time I mention something that comes from your side of the field, something you can hardly deny. You're extremely coquette, even when I hear you say you don't want me to be it too. In fact, it's too difficult to find the words that could explain how sexy you can actually be (but you prefer to let that side hidden). After that you can be sure my eyes are right over you, but also following everyone of your moves.

Still playing on your side of the field (like this is some kind of game) I'll refer about your words. i've always been curious about the detail of words, especially because it's the most deceitful human expression. You're the first one telling not to go crazy about this, but also the first one denying there's "something" between us. That drives me so mad that I wanna know what's real in your life and what's not; so I'm not only watching, I'm also paying you a lot of attention. We're now far from the surface of this nameless matter.

Talking about words, there's also something in your voice. Although you usually have a very pleasent voice, there are moments when it turns charming. The truth is I prefer to hear it then, while I fondle your neck or when we're about to kiss. And that's enough reason to hear for hours and cuddle you so you use that sweet voice.

There's something else, something I can hardly sense on a concious level. It's on your skin, in your perfume, on your lips, and I can't find out what is it. Maybe it's something more instinctive, so instinctive that it doesn't have a name, I you already know I'm doomed to find it out. Besides, I think you can also feel that thing is on me and it doesn't seems like you wanna let it go either.

The thing is I'm attracted to you, so it's no easy being close to you (except when you're a real bitch, like yesterday), even though I really like it, babe. So, that's the end of it. At least I understand it -though not entirely- and that's more that you can say. There's only one question left... what do you think?



-----------------------------------------------------------
PS: I have never understood the hypocrisy of christians, especially you. So you better hit harder with your stone before keep talking shit about me... hell is also waiting for people how lies and discriminates others, so I guess I'll see you there.

Sunday, March 11, 2007

Otra más de TranSantiasco...

Para aquellos que aún no lo creen o no lo asumen -o para los que simplemente disfrutan con la desgracia ajena-, decidí escribir una vez más sobre la novedad del año, a.k.a. TranSantiago. Después de dos noches enfrentándome a su ineficiencia aquí van los resultados.


Domingo, cerca de la medianoche:
Mientras cruzo la Alameda a la altura de Exposición para tomar la micro, dos 401 se detienen en el paradero obligándome a correr. A pesar de las señas que hago desde el bandejón central -que estoy seguro fueron vistas por los "operadores"-, ambos troncales retoman su recorrido hacia la plaza de Maipú. 'Me pasa por caballero,' pensé (el que sabe, sabe).
Un rato después abordaba un bus pirata para llegar de una vez a casa y lo hice sin remordimiento alguno, ya que no esperaba que pasara otro troncal hacia Maipú en un buen rato. Llegué sin problemas a la plaza, entretenido con la fauna nocturna y esperando tener suerte para concluir el trayecto.
Con todos los trabajos que están haciendo en la plaza por la construcción del metro, opté por acercarme a la caseta de in-seguridad ciudadana para preguntar por dónde pasaba el colectivo. Sin embargo, la mina de la caseta me dijo que en unos 15 minutos pasaría la micro, ya que lo hacía cada media hora... y así fue! por lo que llegué sin problemas a la casa.

Sábado, quince minutos tras la medianoche:
Bruno me dejó en Alameda con Cienfuegos para tomar la micro. Con la garganta apenas por el resfrío y sin nada de suerte tras el carrete dieron veinte para la una, hora a la que pasó el troncal 401 por el paradero. A pesar de estar en el paradero correcto y haber espacio en la máquina, el conductor hizo caso omiso a la veintena de personas que hacía señas para detenerlo. Minutos después una segunda 401 hacía lo mismo que su predecesora.
Mención especial para carabineros, que apostados a metros del paradero en una "zapatilla" nada hicieron por detener a los hijos de puta que se pasaban por la raja las reglas del juego. Como no tenían que pegarle a nadie, se quedaron muertos de la risa dentro del vehículo ante la desesperación de los abandonados usuarios. Además, con ellos ahí los buses piratas no se detenían, así que estábamos cagados.
A la una recibí una llamada avisándome que me pasarían a buscar, así que me senté a esperar. A la una veinte se fueron los "amigos en su camino", así que quienes esperaban una 401 que nunca pasaría pudieron subir a una amarilla pirata. Diez minutos después me subía al auto, sin voz, con hambre y con sueño.


Con todo esto no queda mucho espacio para dudas sobre la ineficiencia del "plan maestro de transporte". Por ejemplo, ¿de qué me sirve tener buses de acercamiento cada media hora durante toda la noche si no se puede llegar a ellos más que en los vetados y perseguidos buses piratas? ¿De qué sirven los paraderos diferidos si de todos modos las máquinas no se detendrán? Tomando en cuenta que en la más de una hora que estuve ahí sólo pasaron la dichosa 401 y la 210, ¿cómo hace la gente de Pudahuel para llegar a casa a esa hora, tanto quienes trabajan como quienes carretean?
Si aún no crees que TranSantiago es como el pico tienes que ser muy laguista o muy hueón (o ambas).

De sujeto a objeto (y viceversa)

Sé que dije que no me iba a pasar rollos, pero en honor a la verdad tengo que reconocer que sólo he jugado a no volver evidentes mis cuestionamientos. Cansado de los juegos -ya estoy harto peludito-, escribo ahora para reconciliarme y encontrar algo de paz en este montón de líos mentales que me tienen tan complicado. Aquí va.

El domingo pasado tomé una decisión sin siquiera pensar acaso era correcta o incorrecta, sino en los réditos que me traería en el corto plazo. No me era posible proyectarme más allá de la atracción de un juego conocido y tentador, con satisfacciones momentáneas, fugaces.

Quizás esto sonará a mina, pero luego de esta decisión me he sentido más como objeto que como persona. No debería hacerlo. Soy responsable de las opciones hechas y de sus consecuencias, pero preferiría extender la duración de las cosas buenas que traen mis decisiones... todas mis decisiones, no sólo ésta.

Resulta extraño descubrir cómo aquellas cosas que nos resultan más triviales pueden reflejar todo el mundo de problemáticas que nos rodean y cómo nos sentimos respecto a ellas. Con una nimiedad he podido entender que por más que me permita ser espontáneo e irresponsable en ocasiones, finalmente el deseo de estabilidad se ha fortalecido con los años.

Es cierto, me siento como objeto. Sin embargo, estar en esa posición me da el tiempo para redescubrirme como sujeto, como un mejor sujeto. En cualquier caso, ahora es mi turno de jugar. :P

Friday, March 09, 2007

Minuto de Confianza

Tengo algo que confesar...
..quiero escapar...
...necesito escapar...
...lo digo en forma sencilla, honesta, categórica...

Me siento prisionero de gritos sin sentido y silencios incómodos, de angustiosas expresiones capaces de pervertir lo humano, culpándome para expiar sus propios pecados. ¿Acaso no es suficiente el tiempo que he sufrido purgando sus culpas?
Una voz recorre el pasillo. Su tono agudo me duele, me marea, me enferma. Cada vez está más cerca, siempre buscándome para desafiarme, controlarme, destruirme.
Una presencia oscura me acompaña. Se mantiene en silencio, incapaz de confrontar su cobardía, de reconocer sus faltas. Siempre es más fácil culpar a otro -a mí-, aun cuando todos sepan la verdad.
Cierro la puerta. El silencio y los gritos se quedan afuera... pero los fantasmas moran en toda la casa...

...quiero escapar...
...necesito escapar...

Tuesday, March 06, 2007

Y así con las volás de cloro...

Viernes, mediodía, centro de Santiago... andaba comprando las entradas para el clásico y de pronto me vi caminando frente a La Moneda, la Tesorería General de la República como destino, mi mente pensando '¿qué carajo estoy haciendo?' Aclaro de inmediato que no iba a robar ni a cobrar mi sobresueldo.
Todo partió porque en Ticketmaster no había papel para imprimir las entradas, así que tenía que hacer tiempo mientras les llegaban más insumos. No sé si fue por el calor, el cansancio o la lucha contra el Transantiasco, pero tuve la loca idea de visitar en su trabajo a la Rosita, una mujer que no veía hace años si bien me habían comentado que todo este tiempo he estado presente en sus recuerdos.
La Rosa es mamá de una chica con la que salí antes de cumplir los 20 años. Sin embargo, desde que terminamos su hija me ha contado que no ha tenido pelos en la lengua para dar continuas listas de mis cualidades, incluso luego de casarse y frente a su marido. Yo no lo creía mucho, pero la misma Rosa me lo confesó varias veces en nuestra conversación.
Después de mi visita, la Rosita se quedó con otra cosa que agregar a la lista de cualidades y yo... yo me fui a comprar las entradas con una sensación rica en el corazón.