Hoy en la madrugada estaba escuchando rock de los setenta y vino a mi mente una visita al tío Nando, cuando yo estaba pronto a cumplir los 17 años (wow, una década ya!). Después de un rato me encontré tratando de adivinar el color de uno de los vehículos que descansaba en el taller, ya que la gruesa capa de polvo que se había acumulado sobre él apenas permitía apreciar el cromado de los parachoques, los espejos y los pequeños detallitos. Al acercarme noté que tenía algunos cortes en el cuero que cubría tanto el techo como los exteriores, la radio AM/cassette no funcionaba bien y el motor tenía un ruido ahogado... nada que no se pudiera arreglar...
...fue así como ese Oldsmobile Omega Brougham del '76 y de color celeste metálico se convirtió en mi primer auto... aunque creo que realmente fue más que eso...
Debo reconocerlo. Si bien no soy muy apegado a las cosas, en cuanto "el tanque" -como fue
bautizado por mis amigos- salió del taller se convirtió en un compañero fiel, presente en cada aventura. Detectada la falla, ahora su motor V-8 de 5.7 L ronroneaba como gatito en el encendido. Le pusé alarma y para no estropearlo, instalé una nueva radio AM/FM con CD justo bajo la otra y todas las otras comodidades ya estaban incluídas: alzavidrios eléctrico, cierre centralizado, transmisión automática.
bautizado por mis amigos- salió del taller se convirtió en un compañero fiel, presente en cada aventura. Detectada la falla, ahora su motor V-8 de 5.7 L ronroneaba como gatito en el encendido. Le pusé alarma y para no estropearlo, instalé una nueva radio AM/FM con CD justo bajo la otra y todas las otras comodidades ya estaban incluídas: alzavidrios eléctrico, cierre centralizado, transmisión automática.En ese tiempo me bastaba con sacar algunos discos rockeros y partir a la casa de algún amigo. Me dio libertad justo cuando más necesitaba compañía, esa que siempre vive lejos de mi casa. Podía ir a la casa de la Negra y echarnos sobre el capó a ver las estrellas o partir a la playa con mi hermano y mis amigos. El tanque estuvo conmigo cuando llegó el primer amor y también cuando se fue. Incluso en los momentos más difíciles ese automóvil se convirtió en mi casa...
Es irónico que un presidente gringo me haya quitado mi auto gringo...
Después del 11 de septiembre del 2001 muchas cosas cambiaron. Cuando Bu$h se lanzó en su guerra contra Iraq el preció del petróleo se disparó y yo no tuve como seguir manteniendo a mi compañero, así que me despedí. Se habían acabado las aventuras, convertido desde ese momento en un peatón y ahora en un furioso usuario del Transantiago...
Sigue sonando el rock setentero... así que seguiré recordando a ese compañero de aventuras que estuvo conmigo en la madurez.
