Just as life, this blog also only is... trying to define it would be like finding at least a meaning for life, for my life...
Saturday, April 28, 2007
Eterno Retorno
Thursday, April 26, 2007
La destrucción del Amor
Sonrisa maldita (sólo un sueño)
Miro mis manos y en ellas encuentro mi carne viva, desnuda. Toda la piel se ha gastado por haber golpeado cuanto se me puso por delante, el frío aire nocturno, las baldosas negras de los pasillos, su rostro, su cráneo, sus falaces discursos.
En aquel rostro desfigurado ya no es posible ver la sonrisa con que humillaba a quienes lo rodeaban, ninguna palabra sale de su boca buscando ganarse a los más inocentes, sus ojos ya no brillan como gesto de ambición. En mis manos, la sangre de ambos.
Está muerto, estoy seguro que está muerto. Mientras soy levantado por brazos desconocidos le escupó a la cara -o lo que queda de ella- para hacer más indigna su partida de este mundo. Nadie quiere mirar el cuerpo que está en el suelo... ahora, ahora que él ya no está, todos los ojos están sobre mí.
Entre la multitud la veo, sus pequeños ojos fijos en los míos, cómplices mas sin querer responsabilizarse. Esta muerte me pertenece y tenía claro que así sería.
Camino y nadie se atreve a detenerme. Ni un susurro acusatorio sale de la boca de los presentes, como si todos comprendieran por fin que mis acciones traerán un poco de paz. Mis manos ensangrentadas, heridas, culpables, asesinas abren la puerta del baño y luego se dan a la tarea de abrir la llave del agua, sin importar el dolor que siento.
Como puedo mojo mi rostro, pero al levantar la vista lo veo a él reflejado en el espejo, riendo mientras lavó mis lágrimas e intento calmar la amargura y la rabia que me invaden. Alguien entra a detenerme mientras me abalanzo contra él... lo veo desvanecerse tras la puerta con su sonrisa maldita.
En el baño contiguo, ella también llora...
Mi mente jugó una vez más con mis deseos, con mis sentimientos. Por una vez me hubiese gustado que lo visto fuese verdad, sin importar las consecuencias.
High school sweetie
Las horas pasaron lentamente, como si el tiempo quisiese que disfrutásemos aún más aquel encuentro y los miles de temas que tocamos en nuestra conversación, pero llegado el momento de marcharnos ninguno parecía satisfecho ante la dificultad de separarnos. Me perdí en sus ojos por enésima vez, buscando algo que me dijera que aquel momento se repetiría. Tomé su mano para no dejarla partir y el contacto entre ambos nos hizo temblar porque, después de todo, nos habíamos convertido en un par de adolescentes enamorados. Aún así, estábamos obligados a entregarnos a la racionalidad y condenarnos a esperar un futuro encuentro.
No volví a verla hasta el martes siguiente (los lunes mi curso solía estar castigado), al perdernos en un beso interminable. Así continuamos durante meses, a pesar de los numerosos problemas que rodeaban nuestra relación. Fuera de la familia, el que ella hubiese salido con uno de mis compañeros de curso generaba roces dentro de la sala de clases que terminaron por resquebrajar el delicado equilibrio que existía entre los desordenados y los carreteros.
Me es difícil encontrar palabras con las que pueda siquiera acercarme a la descripción de lo que sentía por ella. Incluso Amor se vuelve un concepto demasiado frágil, demasiado pequeño, demasiado volátil. Lo cierto es que me entregué a nuestra relación para darle todo lo que era, toda la felicidad que me iba quedando en uno de los momentos más complicados de mi vida. Pero sería finalmente esto lo que nos llevaría a un quiebre que nos tuvo separados por tres años.
Al momento de reencontrarnos se notaba que algo quedaba de aquellos sentimientos que llegaron a unirnos. Muchos no dejaron de sorprenderse cuando, pasados apenas unos meses de volver a hablarnos, durante una comida ella tomó mi plato y comenzó a cortar la carne para que yo no tuviera que hacerlo. Incluso pudimos compartir vacaciones sin que los problemas del pasado se hiciesen presentes.
Hoy estamos nuevamente alejados, pero las razones son muy distintas a las de la primera ocasión. Nuestras vidas han sido empujadas por caminos distintos. Pero mientras escribo esto ella se ha hecho presente, junto a la posibilidad de volver a encontrarnos, a hablar, a contarnos qué ha ocurrido y qué seguirá ocurriendo en nuestras vidas.
Wednesday, April 25, 2007
Agua y sangre