Tuesday, April 18, 2006

Parte II: Amor Infantil

Este domingo se me ocurrió leer la revista 'Mujer', ya que aparecía una entrevista a la viuda del coronel Huber, pero hojeando en sus coloridas páginas llegué hasta el horóscopo. En el decía "Se ha cerrado totalmente en lo emocional, aunque no con algunos íntimos que comprenden su lucha. Ábrase a las posibilidades que le esperan tan pronto se dé cuenta que la vida no está acabada. Créalo o no, es sólo el principio", algo que se ajusta bastante al momento que vivo hoy, si bien comprendo la superficialidad que poseen los pronósticos astrológicos publicados en este tipo de medios. Las ideas allí expuestas me permiten continuar con mi análisis.
Hasta los 18 años no busqué seriedad en mis relaciones, sino mantener compañía a mi lado, explorar el mundo de la mujer a través de sujetos que comenzaban a explorar su propio mundo, su propia femeneidad. Así es como llegué a tener parejas esporádicas, sin sentir por ellas más que atracción y un cariño cercano a la amistad.
Al estudiar en un colegio de hombres, resultaba bastante fácil ser blanco de las miradas de las chicas de colegios cercanos, lo que dejaba el campo abierto a mi exploración y conquista tan superficial, pero que debo reconocer como parte de mi pasado, de mi aprendizaje emocional. Aproveché al máximo para descubrir el mundo de la mujer y, también, descubrirme y explotar mi admiración por ellas.
En este amor tan infantil, tan inmaduro, fui conociendo sus fortalezas y debilidades, sus imperfecciones y la apatía de muchas por superarlas. Es poco lo que llegan a sorprenderme ahora, y aquellas que lo logran se ganan mi profunda admiración y respeto. Bajo esta premisa me he mantenido muchos años, llevándome, eso sí, profundas decepciones. Pero también me he decepcionado de mí, en especial porque a muchas de estas primeras mujeres que estuvieron en mi vida apenas las recuerdo y tampoco hago muchos esfuerzos por recordar los pequeños detalles que me llevaron a ellas. Las generalicé.
Hoy, sin embargo, he deseado recordarlas, aunque tambiénen general, porque fueron parte de mi vida, lo compartido con ellas, lo aprendido, es un escalón más en la evolución que me ha llevado (o traído) a ser lo que soy.
Gracias, niñas.
(continuará)

1 comment:

. said...

Mmmmm, lo de la generalización es bastante común, debo reconocer que soy bastante dada a ella pero igual es importante la reflexión en torno a ella, como lo haces aquí.
Supongo que siempre es más fácil que las personas encajen en los moldes ya dados y repetir hasta el cansancio y así...seguir más o menos igual, más fácil pero no más placentero. Bueno, saludos, después leeré los otros capítulos, cuídese.