Chatez...

A mi vida le falta rock...

Me estoy quedando en la reflexión y ando escaso de acción, empiezo a extrañar la espontaneidad que me caracterizaba.

Despierto, a clases, llego a casa, estudio, duermo... ¡maldita rutina!

Me he puesto fome este año, y lo peor es que no soy el único que se ha dado cuenta.
Ya me lo dijo incluso la señora del tarot: tengo que salir más, pololear, carretear. Me está faltando esa alegría que da sabor a la vida.

La soledad y la tranquilidad que por tanto tiempo ansié comienzan a agobiarme y no sé exactamente cómo deshacerme de ellas.

Quiero respirar, pero respirar agitado. Necesito hacer algo que sorprenda a todos -incluso a mí- que me deje perplejo y preguntando '¿fui yo?' Necesito bailar bajo la luna, gritar sin razón, hacer un gol, saltar sobre la cama, besarte como si no hubiese mañana, cantar hasta quedarme sin voz, alcoholizarme para olvidar todo, recordar todo al día siguiente, todo lo que he sido, todo lo que quiero ser.

Necesito sentir, necesito sentirme vivo.

Me encantaría fumar un cigarrillo frente al mar mientras juego sobre la arena, subirme a un árbol en un bosque del sur, tirarme a una piscina a las dos de la mañana... poder decirte 'soy feliz, ¿quieres ser feliz conmigo?'

Sentir la felicidad, compartirla, ser aún más feliz por hacerlo.

Me siento feliz ahora, mientras me desahogo escribiendo... ¡pero no es suficiente!

Quiero que la felicidad me abraze y no me deje ir...

Quiero y necesito... ¡ya estoy chato de estar chato!